sábado, 6 de agosto de 2011

...

Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.

jueves, 4 de agosto de 2011

Táctica y Estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

miércoles, 27 de julio de 2011

JS

¿Será posible que abras los ojos y nos veas ahora?
¿Podrás oírnos?
¿Podrás sacar tus manos un momento?

Estamos a tu lado. Es nuestra fiesta,
tu cumpleaños, viejo.
Tu mujer y tus hijos, tus nueras y tus nietos
venimos a abrazarte, todos, viejo.

¡Tienes que estar oyendo!
No vayas a llorar como nosotros
porque tu muerte no es sino un pretexto
para llorar por todos,
por los que están viviendo.
Una pared caída nos separa,
sólo el cuerpo de Dios, sólo su cuerpo.

js

Papá por treinta o por cuarenta años,
amigo de mi vida todo el tiempo,
protector de mi miedo, vaso mío,
palabra clara, corazón resuelto,

te has muerto cuando menos falta hacías,
cuando más falta me haces, padre, abuelo,
hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,
pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño.

Te has muerto y me has matado un poco.
Porque no estás, ya no estaremos nunca
completos, en un sitio, de algún modo.

Algo le falta al mundo, y tú te has puesto
a empobrecerlo más, ya hacer a solas
tus gentes tristes y tu Dios contento.

miércoles, 20 de julio de 2011

DURITO

DURITO

Te voy a platicar una historia que me pasó el otro día. Es la historia de un pequeño escarabajo que usa lentes y fuma pipa. Lo conocí un día que estaba buscando el tabaco para fumar y no lo encontraba. De pronto, a un lado de mi hamaca vi que estaba caído un poco de tabaco y que se formaba una hilerita. La fui siguiendo para ver dónde estaba mi tabaco y averiguar quién carajos lo había agarrado y lo estaba tirando. A unos cuantos metros y detrás de una piedra me encontré a un escarabajo sentado en un pequeño escritorio, leyendo unos papeles y fumando en una pipa diminuta.


-Ejem, ejem -dije yo para que el escarabajo se percatara de mi presencia, pero no me hizo caso.

Entonces le dije:

-Oiga, ese tabaco es mío.

El escarabajo se quitó los lentes, me miró de arriba a abajo y me dijo muy enojado:

-Por favor, capitán, le suplico que no me interrumpa. ¿Qué no se da cuenta de que estoy estudiando?

Yo me sorprendí un poco y le iba a dar una patada, pero me calmé y me senté a un lado para esperar a que terminara de estudiar. Al poco rato recogió sus papeles, los guardó en el escritorio y, mordisqueando su pipa, me dijo:

-Bueno, ahora sí. ¿En qué puedo servirle, capitán?

-Mi tabaco -le respondí.

-¿Su tabaco? -me dijo-. ¿Quiere que le dé un poco?

Yo me empecé a encabronar, pero el pequeño escarabajo me alcanzó con su patita la bolsa de tabaco y agregó:

-No se enoje, capitán. Comprenda que aquí no se puede conseguir tabaco y tuve que tomar un poco del suyo.

Yo me tranquilicé. El escarabajo me caía bien y le dije:

-No se preocupe. Por ahí tengo más.

-Mmh -contestó.

-Y usted, ¿cómo se llama? -le pregunté.

-Nabucodonosor -dijo, y continuó- pero mis amigos me dicen Durito. Usted puede decirme Durito, capitán.

Yo le agradecí la atención y le pregunté qué era lo que estaba estudiando.

-Estudio sobre el neoliberalismo y su estrategia de dominación para América Latina -me contestó.

-Y eso de qué le sirve a un escarabajo -le pregunté.

Y él me respondió muy enojado: "Cómo que de qué? Tengo que saber cuánto tiempo va a durar la lucha de ustedes y si van a ganar o no. Además, un escarabajo debe preocuparse por estudiar la situación del mundo en el que vive, ¿no le parece capitán?"

-No sé -le dije-. Pero ¿para qué quiere saber usted cuánto tiempo va a durar nuestra lucha y si vamos a ganar o no?

-Bueno, no se ha entendido nada -me dijo poniéndose las gafas y encendiendo su pipa. Después de echar una bocanada de humo continuó:

-Para saber cuánto tiempo nos vamos a estar cuidando los escarabajos de que no nos vayan a aplastar con sus bototas.

-¡Ah! -dije

-Mmh -dijo él

-¿Y a qué conclusión ha llegado usted en su estudio? -le pregunté.

Él sacó sus papeles del escritorio y los empezó a hojear.

-Mmh... mmh -decía a cada rato mientras los revisaba.

Después que acabó de hacerlo, me miró a los ojos y me dijo:

-Van a ganar.

-Eso ya lo sabía -le dije. Y agregué: -Pero ¿cuánto tiempo va a tardar?

-Mucho -me dijo suspirando con resignación.

-Eso también ya lo sabía... ¿No sabe cuánto tiempo exactamente? -pregunté.

-No se puede saber con exactitud. Hay que tomar en cuenta muchas cosas: las condiciones objetivas, la madurez de las condiciones subjetivas, la correlación de fuerzas, la crisis del imperialismo, la crisis del socialismo, etcétera, etcétera.

-Mmh -dije yo.

-¿En qué piensa, capitán?

-En nada -le contesté-. Bueno señor Durito, tengo que retirarme. Tuve mucho gusto en conocerle. Sepa usted que puede tomar todo el tabaco que guste cuando quiera.

-Gracias capitán. Puedes tutearme si quieres -me dijo.

-Gracias Durito. Ahora voy a dar orden a mis compañeros de que está prohibido pisar a los escarabajos. Espero que eso ayude.

-Gracias, capitán, nos será de mucha utilidad tu orden.

-Como quiera que sea, cuídese mucho porque mis muchachos son muy distraídos y no siempre se fijan dónde ponen el pie.

-Así lo haré, capitán.

-Hasta luego.

-Hasta luego. Ven cuando quieras y platicaremos.

-Así lo haré -dije, y me retiré hacia la intendencia.

Es todo Mariana, espero conocerla personalmente algún día y poder intercambiar pasamontañas y dibujos. Vale.

Salud y otros colorines, porque con los que usaste seguro se acabó la tinta.

Supcomandante insurgente Marcos

Montañas del sureste mexicano.

miércoles, 22 de junio de 2011

Artes marciales para enfermeras

e nomine

Imprime-testa


volados fantasticos en 1 minuto




Gato gandalla

Solo en el alicia

Calido y bonito lugar

Signs



De tenedor a sujertador de pelo



Un poco de radiación no hace daño




Maneje con cuidado

Del acuario a tu boca

MVZ





Heroina: Super pandemia

Provechito


...

Las de a $40


Caras y gestos