viernes, 17 de julio de 2009

Fabula-testa

Una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir.
Huyó un día, y ella no desistía. Dos días y nada. En el tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y dijo a la serpiente:
-¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No acostumbro dar esta concesión a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar.
-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
-No.
-¿Yo te hice algún mal?
-No.
-Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
-Porque no soporto verte brillar.

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